Por: Alison Cross
¿Alguna vez te preguntaste por qué a tu niñx no le aburre dar una cantidad incansable de vueltas alrededor de un mismo monumento en una plaza? ¿Te percataste de la concentración que pueden tener lxs niñxs cuando tienen en sus manos algo con lo que disfrutan jugar?
Dentro de cada niñx yace el motor del aprendizaje: la curiosidad. María Montessori dijo que “el juego es el trabajo del niñx” y es que ellxs auto-construyen su aprendizaje.
Lxs niñxs aprenden de su entorno, a través del ensayo y el error. La fluidez de las habilidades proviene de la cantidad suficiente de repeticiones, por eso, es primordial que se sientan libres de explorar cuantas veces necesiten, sin sentirse observadxs y menos aún juzgadxs o comparadxs con otrxs. No quisiéramos afectar la certeza que construyen de sí mismxs, una auto-imagen en la cual son capaces del “éxito” a través de sus propias habilidades.
¿Alguna vez le tuviste que ofrecer alguna recompensa a tu niñx a cambio de jugar? Y es que en el juego infantil, los incentivos no son externos. El verdadero incentivo, en realidad, viene de muy dentro de cada unx, de la certeza de la habilidad de logro que se va produciendo en cada paso que dan.
Para poder trabajar de manera independiente, el material infantil debe estar dispuesto de manera atractiva (mas con mesura y no de manera sobrecargada ni exagerada) en estantería a la medida, en bandejas que permitan transportarlo ellxs solxs de la misma forma que tomarían un juguete. El material debe estar al alcance de lxs niñxs, ser del tamaño apropiado para sus manos y debe ser de muy buena calidad.
Entonces ¿qué hacemos las personas adultas?
Podemos comenzar por ofrecer materiales con texturas que nos devuelvan sensaciones con temperatura cálida como la madera y poco a poco podemos introducir materiales nobles que permitan que lxs niñxs puedan sentir el peso real de los elementos que aprenderán a manejar como lo son los vasos y tazas pequeñas de loza. Recomendamos el uso de materiales realistas y no de juguete.
Como adultos, es difícil recordar la lentitud con la que llevábamos un vaso lleno de agua o como nos era necesario cargar un plato con ambas manos para que no se nos caiga, pero lxs niñxs están refinando sus habilidades motoras, por lo tanto es ideal que, si vamos a modelar el uso de algún material, lo hagamos más despacio de lo que normalmente lo haríamos. Veremos que rápidamente, lxs niñxs querrán tomar el material en sus propias manos e imitar el proceso.
Otra recomendación muy útil es observar mucho más e intervenir mucho menos y solo cuando notemos que la frustración es un gran impedimento o cuando lxs niñxs soliciten ayuda. Aún cuando la soliciten, es bueno preguntar en qué parte del proceso necesita ayuda y no hacerlo por ellxs sino ayudarlxs a lograrlo por sí mismxs.
Hay un tesoro escondido que solo se puede hallar en el proceso de descubrir que somos capaces del logro, mas no olvidemos que para lograr necesitamos repetir mucho y ese debe ser un ambiente seguro, en el que no exista el temor a ser humilladxs por la velocidad o divergencia de nuestro proceso.
Les deseo a todxs un muy feliz aprendizaje!
Alison Cross es docente con especialidad en educación inicial y en pedagogía musical con más de una década de experiencia en el ámbito educativo. Certificada como asistente de guía Montessori para niñxs de 0 a 6 años por AMI (Association Montessori Internationale), también está involucrada en actividades de carácter musical y de danza.
Bibliografía y referencias:
- Montessori, M. (1912). La Mente Absorbente del Niño. México. Editorial Diana.
- Thomas, M. S. C. & Knowland, V. C. P. (2009). Sensitive periods in brain development – implications for education policy brain development. European Psychiatric Review, 2(1), 17-20.
- Los principios Montessori: Los Cuatro Planos de la Educación (María Montessori) Asociación Montessori Internacional. Re-edición 2004.
- Educación y Paz (María Montessori) The Montessori – Pierson Estates.
Una de las críticas más recurrentes a las pedagogías alternativas, como la de Montessori, es que sin esfuerzo no hay aprendizaje; pero soy de la opinión que es una crítica que encierra mucho prejuicio. Este texto es muy claro, porque basta con observar a una niña o un niño jugar, para ver cómo pone cuerpo y alma en esa actividad. Yo soy pediatra, y siempre me sorprendo cuando veo a mis hijes o a les niñes de mi consulta, sumergidos en su juego. ¡Ya quisiéramos les adultos ser capaces de concentrarnos con semejante afán!
¡Gran trabajo el de Wawa! Saludos desde Rosario, Argentina.
Qué maravilloso artículo. Realmente me ha encantado. Mis hijos ya son mayores, adolescentes para ser exacta, pero siempre los motivé a que sean libres y espontáneos al jugar. El juego proporciona a los niños habilidades que les permiten explorar realidades nuevas, estar en estados de alerta, desarrollar sensibilidad ante las percepciones, destrezas de resolución de problemas, fortalecer habilidades de toma de decisiones y reacción.
¡Sigan con este gran trabajo, los felicito!
Qué bueno. Ayer publiqué una entrada en mi blog sobre juego montessori y hoy veo tu entrada. Genial.
Ya tienes una seguidora más.
Gracias por las explicaciones. Están geniales.